Frida Kahlo es una de las artistas mexicanas más famosas a nivel mundial. Su influencia en la moda, el arte visual, la fotografía y, por supuesto, la pintura ha recorrido el mundo al grado de convertirse también en un estilo particular en la cultura pop.
Incluso en el mundo de la gastronomía, el gusto por la cocina de este personaje causa interés. En el libro Las fiestas de Frida y Diego, Recuerdos y Recetas (2013), la hija de Diego Rivera, Guadalupe Rivera Marín revela secretos familiares relacionados con la comida como cuál era el platillo favorito de Diego -el clemole de Oaxaca o manchamanteles- y que a Frida le gustaba mucho un platillo elaborado con pato silvestre.
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El libro también compila las recetas de Frida Kahlo que, según la autora, se preparaban para ocasiones especiales y celebraciones familiares como bautizos, bodas, cumpleaños. Entre las curiosidades descritas en esta publicación se encuentra el menú que se sirvió en la boda de Diego y Frida que incluyó sopa de ostiones, chiles rellenos de queso y mole negro de Oaxaca, entre otras preparaciones.
La pintura, otro testigo del amor de Frida por la cocina
Diferentes cuadros de naturaleza muerta, así como fotografías familiares en la famosa Casa Azul, ubicada en Coyoacán, dan cuenta de esta importancia de la comida para Frida Kahlo.
Guadalupe Rivera comparte en el libro sus recuerdos de la pintora, con quien vivió durante su adolescencia.
Por Natalia de la Rosa
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