Más de cuatro décadas dicen mucho de este feudo, todo un clásico en su estilo, donde mandan los auténticos platos árabes preparados con consistencia y la calidez de su propietario Rafat Hibrahim, siempre al tanto de su negocio. Sugiero pedir al centro para compartir.
Mis favoritos: jocoque con ajo, kepe charola y corazón de carnero. El plus: tienda gourmet muy bien surtida.
Ideal para: comidas de trabajo y familiares; cenas con show árabe (viernes y sábado); pedir para llevar a casa.