Este restaurante tiene en la cocina a sus propietarios, Pedro Vargas y Brendan Otero, dos chefs españoles que traen un pedazo de España a tierras hidrocálidas, pues no solo se trata de ofrecer platillos típicos de su gastronomía nativa, sino de dar al comensal toda una experiencia.
Estar atentos al programa de flamenco y otras amenidades que tiene el lugar.
Entre los favoritos de la carta: codillo al kalimotxo, chamorro de cerdo estofado al kalimotxo con puré de camote y aroma de café; croquetas mixtas de rabo de toro y jamón ibérico de bellota, acompañadas de alioli de albahaca, jengibre y salsa de vino tinto.
La paella es un clásico de los domingos. Extensa carta de vinos y bebidas.
Ambiente agradable, excelente servicio. Atención personalizada de sus propietarios.
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