Desde 2017, en la Ciudad de México, ha habido una explosión de restaurantes japoneses de gran calidad. No solo fue la llegada, unos años antes, de lugares como el Nobu, Asai Kaiseki o el mismo Tori-Tori; sino también opciones como Kura o el mismo Suntory.
A esta lista de grandes restaurantes, tenemos que sumar a Makoto, ubicado en Polanco que, además de dar una fuerte batalla a los asiáticos, viene a reinventar la concepción clásica de la cocina japonesa.
Si bien se pueden pedir los nigiris, makis o sashimis con pescados de alta calidad, estos platillos llevan los procesos y la técnica de cocina a otro nivel. Es decir, el tradicional Edomae-Sushi con un toque de modernidad.
Lee también: Los 5 mejores restaurantes para comer ramen en la CDMX
Su origen
Este concepto viene de Miami donde el reconocido chef Makoto Okowa abrió la primera sucursal. Hoy tiene restaurante en San Francisco, Ciudad de México, Panamá y Sao Paulo. El chef originario de Japón concibió este lugar como un laboratorio creativo donde pudiera presentar todo lo que aprendió a lo largo de su carrera. La especialidad de este restaurante es la Robata-yaki, que consiste en preparar la comida frente a los comensales sobre una parrilla con carbón orgánico.
Su creatividad se ve plasmada en la imaginación de sus platos. Su wagyu o su rib eye es imperdible, pues no solo es la carne hecha al carbón, sino que añade complejas esencias y salsas de papaya, sake, sweet ponzu, ajo y jengibre que impregnara a la perfección los tejidos de la carne dotándola de un sabor sorprendente. Los edamames picantes que combinan una serie de especias, chiles y ajo, o un risotto japonés cocinado lentamente con hongos, vegetales japoneses y mantequilla de trufa, son otras recomendaciones.
Su carta de sake, champaña y vino, es amplia y muy bien curada. Incluso, tiene un sake de la casa que es hecho especialmente para el restaurante y en cuya preparación y elaboración participa directamente el chef Makoto Okowa.
El ambiente
Otro detalle destacado es su interiorismo sofisticado a cargo del arquitecto Elik Kobi; con una decoración sobria y elegante, inspirada en la cultura japonesa, con muchos espacios abiertos. Tanto sus terrazas como sus barras y cocinas frías y calientes están expuestas y abiertas al público para que éste pueda apreciar la gran calidad de los ingredientes que utiliza, así como sus procesos delicados de preparación.
De esta forma, venir a Makoto se convierte en una experiencia gastronómica, visual y sensorial confortable, sofisticada y elegante. Ideal para una cena romántica o una tarde de comida fresca en su terraza con amigos.
Por Amilcar Olivares.