En 2015, Travis Limoge conoció al chef Rafael Villalobos, quien lo llevó por un viaje a través de Oaxaca y le mostró las técnicas e historia de uno de los estados más ricos de México. Luego de la travesía, Travis tomó una decisión: inaugurar Pirata, restaurante que reabrirá sus puertas en noviembre y estará haciendo cenas especiales este mes.
Una de las misiones de Travis es que el restaurante tenga mínima huella de carbono. De ahí que en la primera cena que servirá el 16 de agosto trabajará con Agua Blanca Sea Food, una granja de camarones en la costa de Puerto Escondido.
Limoge eligió este productor gracias a sus métodos de trabajo que reducen la huella de carbono de la camaronicultura a casi el 100%. La cena consistirá en 10 platos inspirados en los crustáceos y su entorno.
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Para la segunda velada, planeada el 30 de agosto, Travis cocinará con Miguel Arana, de Cayucos, y Saúl Carranza, de Hotel Escondido. El plan de la tercia de chefs es que el menú sea apegado a las tradiciones de la comida oaxaqueña y a la vez, una mirada al futuro de lo que puede convertirse.
Un reencuentro con sabor
Un día después, Travis Limoge se reunirá con el cocinero mexicano que lo ha guiado desde el inicio de su aventura en México: Rafael Villalobos. Será la primera vez que cocinen juntos desde hace cuatro años y los diez tiempos serán un tributo a la amistad que ambos chefs han creado.
Todas las cenas pop-up en Pirata tienen precio de $650 pesos con maridaje opcional por $350 pesos extra. También hay opción de bebidas sin alcohol: $250. Lo mejor es reservar con anticipación para asegurar un lugar en estas exclusivas cenas.
Pirata reabrirá sus puertas el 7 de noviembre de este año y seguirá utilizando productos locales y de temporada para honrar a los sabores oaxaqueños.